¿Qué hacer para perfeccionar tu atención cuando tú concentración no está dedicada cien por ciento a la tarea que tienes entre manos? ¿Qué crees que está impidiéndote alcanzar tu nivel óptimo de atención? Pues la respuesta es bastante obvia, nuestra mente está siendo constantemente solicitada por elementos externos que dispersan nuestra atención. Tonos de llamadas y mensajes, notificaciones de Twitter y Facebook, miembros de tu familia que requieren de ti por distintos motivos. En fin, son muchas las razones para estar distraído, pero hacer que no nos afecte es más una cuestión de fortaleza mental y voluntad.

Universidades en línea: te explicamos por qué hacer tu carrera online.

Piensa en tu mente como un músculo

Para conseguir esta fortaleza debes volverte el jefe de tu propia mente, es decir gerenciar tu atención, y para esto debes fortalecerla. La mejor manera de hacerlo es imaginar a tu mente como un músculo que puedes entrenar como cualquier parte de tu cuerpo. Científicamente hablando, este paralelismo entre fortalecer tu cuerpo y tu mente, son en realidad tan cercanos que no estamos hablando de una analogía sino describiendo la realidad del asunto.

La idea de entrenar tu mente para mejorar la concentración es poder alcanzar el estado mental conocido como monoideismo, que es cuando la mente está avocada exclusivamente a una sola idea o tarea en su totalidad.

Ventajas de Estudiar en Línea

Cinco ejercicios que reforzarán tu atención

  1. Incrementa tu concentración gradualmente: Para ponernos en forma no lo conseguiremos simplemente quedándonos sentados todo el día. La mente al igual que el resto de los músculos, necesita desarrollar resistencia y ser sometido a pruebas que extiendan sus límites; lo que al final se traducirá en su crecimiento. Pero, así como no podemos levantar las mancuernas más pesadas el primer día de gimnasio, tampoco podemos pretender que cuando decidamos mejorar nuestra concentración, el primer día lo lograremos durante horas sin que nada nos distraiga, pues eso solo nos traerá frustración.Muy por el contrario, debemos comenzar con metas cortas e ir avanzando desde allí.Para iniciar podemos configurar un temporizador de cinco minutos y concentrarnos únicamente en nuestro estudio durante ese período de tiempo. Luego, tomamos un descanso de dos minutos antes de continuar durante otros cinco minutos más. Cada día agregamos otros cinco minutos al tiempo de trabajo concentrado, junto con otros dos minutos adicionales a su tiempo de descanso. En nueve días, deberíamos poder trabajar durante cuarenta y cinco minutos seguidos antes de descansar dieciocho. Una vez que nos sintamos cómodos con esta rutina, podemos empezar a alargar un poco las sesiones de enfoque, mientras acortamos las de descanso, pero sin llegar a eliminarlas completamente.
  1. Evita hacer varias tareas al mismo tiempo: El cerebro no es neurológicamente capaz de realizar varias tareas al mismo tiempo. Si comemos mientras leemos el celular, lo que realmente está pasando es que el cerebro pasa del “modo comer” y “modo leer” en un ciclo de órdenes que se van dando una tras otra. Sin embargo, cada vez que le pedimos al cerebro que se concentre en algo nuevo tiene que borrar la información en la que estaba trabajando y cargar los nuevos datos que le damos, para concentrarse en el nuevo contexto. Obviamente, el punto no es limitar tus capacidades intelectuales, sino organizarlas para presentarle a tu cerebro problemas similares que necesitarán menos tiempo y energía.
  1. Estudia a la hora que te concentras mejor: No todos somos iguales, algunos trabajamos mejor temprano en la mañana, y para otros es imposible concentrarse a esa hora. Mientras que algunas personas se concentran y se inspiran más durante la noche. Por eso, estudia cuando sientas que puedes dar tu mejor desempeño.
  1. Desarrolla Interés: Trata de relacionar lo que estudias a tu propia vida o a otro tema que sea más de tu agrado, y cómo se relacionan. Concentrarse es más fácil cuando se trata de algo de nuestro interés.
  1. Medita: La meditación no solo ayuda a mantenerte tranquilo, calmado y en recogimiento; numerosas investigaciones también han demostrado una y otra vez que la meditación consciente puede aumentar significativamente tu capacidad de atención. En un estudio, cientos de voluntarios participaron en un entrenamiento de meditación de 8 semanas. Una vez finalizado, todos los voluntarios mostraron mejoras medibles en la capacidad de atención, así como otras funciones mentales.

Universidades en línea: conoce las ventajas de estudiar una licenciatura en línea.

Además de estos ejercicios, también es bueno tener en cuenta la importancia de no estudiar cuando se está cansado o hambriento, pues la falta de energía disminuye nuestra capacidad de atención. Es bueno también adoptar hábitos como la memorización y la lectura ya que incrementan nuestra habilidad de concentración. La modernidad nos ha dado muchas comodidades, pero también ha desatado un torrente de estímulos que compiten por nuestra atención. Para vivir una vida verdaderamente equilibrada en medio de esta copiosa cantidad de distracciones, dominar tu atención es clave. Al final del día, en quién te has convertido, lo que has aprendido y logrado será la suma total de lo que elegiste prestar atención a cada hora, día y año de tu vida.